Un nuevo año se asoma en el sur
de la península. Sara Sáenz-Díez, licenciada en periodismo por la Universidad de Valladolid y apasionada de esta
profesión, empieza una nueva andadura por una radio de Melilla. Lejos, muy
lejos de lo que estaba acostumbrada y dejando atrás su Logroño natal y Madrid, esa ciudad que la acogió durante meses.
Entre maletas y cajas de mudanza se asoma algún
libro de George Orwell y tímidamente uno de Murakami que actualmente está leyendo. Sara se acerca a los
ventanales del siglo XXI para hacer historia dentro del periodismo, o al menos
para intentarlo.
- ¿Este es el peor o el mejor
momento para ser periodista?
Estamos en un gran momento para
ser periodistas, creo que tenemos que averiguar hacia dónde van las cosas y
cuando lo hagamos y sepamos cuáles son las últimas tendencias será un gran
privilegio estar donde estamos. Aunque bien es cierto, que cada vez hay menos
oportunidades y los sueldos en esta profesión son precarios.
- Pero, ¿estamos perdiendo la
verdadera esencia del periodismo con la era digital?
Creo que depende de para quién
trabajes, en muchas empresas los periodistas cada vez están más explotados y
frustrados con la profesión por eso creo que lo que se necesita son empresarios
que destinen su tiempo y sus inversiones a descubrir lo que es realmente
importante para la población, esas informaciones ocultas que son necesarias
sacar a la luz e igual da que sea en medio impreso que en digital, lo
importante es hacer buen periodismo.
- ¿Qué opina acerca de Wikileaks?
Wikileaks es un fenómenos muy
importante en el mundo en el que nos movemos, fue capaz de discutir sobre lo
que es secreto dentro de una sociedad, acercar a la ciudadanía a una información
transparente y hacer que los cimientos del periodismo de toda la vida se
tambaleasen.
- Entonces, ¿cree que Wikileaks
ha modificado la historia de la comunicación?
Creo que ha supuesto un formateo
de los propios actores de comunicación. Por ejemplo, un periódico ya no tiene
porqué ser el que investiga una información, sino que con Wikileaks ya le viene
facilitada. Ahora ya no es una fuente, simplemente es un emisor que pasa a
decidir qué información se va a publicar y cual no. Aunque también hay que
tener en cuenta que con este fenómenos surge una nueva de hacer periodismo, un
periodismo ciudadano en el que cualquiera puede producir información, por lo
que los periodistas de toda la vida se han puesto manos a la obra para intentar
no verse afectados por ello.
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